Las cadenas ya están preparando su artillería pesada, para el mejor momento para las audiencias, el frío otoño, en el que solo apetece meterse bajo la manta delante de la pequeña pantalla.

Aficionada a la sobremesa de los fines de semana, recuerdo asistir en directo al primer programa del Hormiguero. Con un desconocido y pelirojo presentador al frente, y en un horario más que extraño, nacía este formato y daba la bienvenida a Miguel Bosé. De esta forma surgía la fórmula que le ha dado la fama al programa. Y es que es el único sitio en el que podemos ver a nuestras estrellas y celebreties favoritas haciendo un poco el gamba. Nada de preguntas serias, ni comprometidas. Solo risas, y a veces muchas. Recuerdo el momento en el que El Hormiguero dio un paso al frente y comenzó su ascenso como el plató por el que se pegan por asistir los famosos. Los Jonas Brothers visitaban a las hormigas, y después de ellos, nada volvió a ser como antes. Pero fue Will Smith el que dio el espaldarazo definitivo al programa de Motos. Después de él la alfombra roja se desplegó y todos quieren pisarla. Y no es para menos. Puede gustar más o menos, pero entretiene, te ríes, y puedes ver al famoso de turno con el idiotizador encendido.¿Qué más podemos pedir?
En el lenguaje televisivo, el horario previo al de máxima audiencia se llama Acces prime time, y sirve para que el público se quede en esa cadena y enganche con el plato fuerte del día. No sé si a los de Antena 3 les funcionará o no, pero desde luego que muchos agradecemos un programa como este el la tele. Feliz otoño hormigas.
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