En estos días en los que el sol nos pone una sonrisa, pero en los que todavía no nos fíamos de él y sacamos a pasear el abrigo.
Después de estos meses sin lluvia, sin nubes, raros, sin frío, ya no podemos nada más que admitir que la primavera se ha anticipado.Los almendros ya tienen flores y los embalses se quedan sin agua.
Quiero echarle la culpa al Cambio Climático, ese gran peligro que se cierne sobre nosotros y sobre nuestros casquetes polares.Se la echo pero confío en que la Naturaleza sea más lista que nosotros y que consiga perdonarnos por maltratarla y contaminarla y que se apiade de nosotros pobres inquilinos y nos devuelva las estaciones.
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