Muchos de nosotros nos hemos topado más de una vez con esta foto. Un beso en París que hace que nos lata más fuerte el corazón. Algo tiene esta imagen que hace que nos volvamos un poquito más tiernos, y nos conmovamos ante la pasión de estos dos jóvenes. El autor de esta fotografía casi mítica, es Robert Doisneau. Por encargo de una revista, buscó retratar la vida de un París que resurgía de sus cenizas después de la guerra y quería volver a ser la ciudad del amor. Parece que la foto lo consigue, aunque si buceamos en la historia real de la fotografía, se nos derrumba. Los jóvenes que se dejan retratar en su momento de amor, no son tan anónimos como cabría pensar, ni el beso es tan espontáneo como nos gustaría pensar. En realidad se trata de dos actores que posaron para Doisneau. Es como si de pronto, se perdiera la magia de la foto, como si todo el amor que desprende se evaporara detrás del engaño de la lente del fotógrafo. A veces es mejor no conocer la historia que hay detrás de las cosas. A veces es mejor solo dejarse llevar por la primera impresión. A veces hay que dejarse mentir.
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