El tour de Tiziano Ferro , El amor es una cosa simple, llegó el sábado a Milán por tercera noche consecutiva y aprovechando que estuve allí os traigo la crónica del directo en castellano para que os podáis enterar bien de cómo se las gasta el italiano encima de un escenario sin tener que usar el traductor de Google.

El público aguantó el día de lluvia para llenar otra noche el Forum de Assago con capacidad para más de 10.000 personas.Una vez todos en sus puestos y con el merchandising sobre las cabezas, ya fueran banderas u orejitas fosforitas, las luces se apagaron puntuales.
De la oscuridad y al ritmo del sonido del latido de un corazón un cubo desciende de lo alto del escenario mientras comienzan a escucharse las primeras notas de L´amore é una cosa semplice.
Solo una vez en el suelo podemos ver a Tiziano Ferro, con cazadora de cuero que comienza a cantar sin salir del cubo.
Con este espectacular inicio dan comienzo las dos horas del concierto.Poco a poco vamos descubriendo el escenario.Una pasarela en forma de cuadrado divide la pista en dos partes.El interior del cuadrado es ocupado por los afortunados miembros del Club de fans y los vencedores de concursos varios.
El resto de la plebe, se agolpa al final de la pasarela casi a la mitad de la pista.Lo vamos a ver demasiado lejos a pesar de las horas de cola,pero es lo que hay.

El láser, que era un sueño de Tiziano y su mayor exigencia para la puesta en escena, hace el resto y convierte al concierto en toda una experiencia audiovisual que hace que la impresionante voz de Tiziano,gane mucho más.
Solo en la quinta canción Tiziano Ferro usa la pasarela y saluda al resto del recinto que enloquece al verlo de cerca.No es para menos, su sonrisa, como dice él en una canción ,apaga todos los tormentos.
Una a una las canciones van pasando, las más nuevas y los grandes éxitos, como Sere Nere que una vez más logra emocionar a todos.
Es el momento entonces de moverse un poco y para ello aparece Tiziano en una deslumbrante americana llena de lentejuelas para derrochar energía en canciones como Raffaella e mia que consigue que todo el estadio salte al ritmo de las imágenes de La Carrá en pantalla o Xverso rodeándose para ello con el fuego del infierno de la pantalla gigante.
Mientras Tiziano se cambia y deshace de la brillantina y el exceso llega uno de los momentos más emocionantes de la noche en el que a muchos se nos llenaron los ojos de lágrimas.En las megapantallas aparece un recorrido en imágenes de los diez años de carrera de Tiziano Ferro mientras su voz da las gracias por un vida juntos mientras desea vivir su vida compartiéndola con aquellos a los que quiere.Después de eso dedica al público, Il regalo piú grande.
Pero aun no han acabado las sorpresas y ha llegado la más aplaudida por los que estamos detrás de la pasarela.Tiziano se acerca con algunos de sus músicos y ataviado con chaleco y gorro barriero nos canta un medley semi-swing de alguna de sus canciones, versionando L´Olimpiade para ello.
Se le reconoce el valor de intentar bailar y es enternecedor verle moverse al ritmo de la bossanova de TVM pero no creo que sea un gran bailarín aunque se lo perdono porque nos permitió verle de cerca por un rato.
Siendo consicentes del tiempo, todavía no han sonado dos de sus más míticas canciones pero no se hacen esperar.Perdona y Rosso Relativo dos de los temas que le dieron la fama llegan al final del concierto con un inesperado y para mí gusto poco acertado, cambio de vestuario.
Con Perdona Tiziano reaparece vestido de rapero y se marca unos pasos de baile estilo percusión-corporal que a mí por lo menos me dejan atónita.No sé si porque no me lo esperaba o porque no me atrae para nada el estilo raper es la parte que menos me gustó del concierto.
Después de Non me lo so spiegare, aun con los maxi-pantalones llega el triste momento del bis fnal.
Llegados a este punto he de decir que desconocedora de las costumbres italianas intenté promover un "otra, otra" que bien merecido se lo tenía Tiziano pero parece que no se estila mucho por esos lugares, así que me tuve que conformar con corear su nombre y unos sosos aplausos.
Sin hacerse mucho de rogar, Tiziano Ferro se despidió del público con las tres últimas canciones haciendo su último paseillo por la dichosa pasarela que nos ha seprado durante todo el concierto.Sinceramente si casi no te vas a mover por ella, ¿para qué la pones?
En Ti scatteró una foto,hizo el último uso de las maravillosas pantallas gigantes emitiendo fotos que la gente se había sacado durante el concierto con una aplicación de estas de móviles inteligentes.

Un milagro en el que él tiene mucho que ver.De forma elegante, sencilla y como si llenar el recinto con su voz no costara esfuerzo Tiziano, nos regaló un concierto de verdad inolvidable.Un repertorio en el que no faltó ninguno de sus éxitos que sonaron como si fueran de ayer aunque la mayoría ya tengan más de cinco años.
Un Tiziano que relajado y por fín dueño de su vida, nos regaló sus bienes más preciados; su sonrisa y su música.
Como decía La fine, canción que cerró el concierto, nos dejó sin palabras.Y él discreto y simple, como el amor que predica,desapareció del escenario. Hasta pronto Tiziano.
Esperando que el disco El amor es una cosa simple llegué por fin a España con el dúo con Malú, aquí hay más cosas sobre Tiziano:
Las canciones de El amor es una cosa simple y El primer capítulo del libro
No hay comentarios:
Publicar un comentario