Con el verano, el sol, las noches largas, las leyendas de amores que nacieron en agosto, las ganas de vivir más, nos dejamos llevar sin pensar por el corazón. Creemos más que nunca en su poder y le dejamos volar libre con la brisa de las madrugadas en manga corta. Eso está muy bien, a los corazones les sienta bien latir desbocados, pero no olvidemos al cerebro en el armario junto con los jerseys de punto. Podemos necesitarlo.
Follow your heart. But take your brain with you. |
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