sábado, 26 de enero de 2013

Fontana Di Trevi: adjudicada

Corren malos tiempos para el arte. La Fontana di Trevi de Roma, lleva siglos en pie, y desde la llegada del turimo, años soportando el incesante goteo de visitantes. Gracias al cine, y a la La Dolce Vita, su fama se catapultó y ahora es quizás la fuente más conocida del mundo. Pero eso tampoco le ha impedido que tenga que venderse para poder seguir luciendo igual de majestuosa.

 
La Fontana de Trevi está escondida en una de las callejuelas del centro de Roma. Los turistas novatos, quizás busquen una gran plaza que albergue semejante maravilla, pero ni mucho menos. Siguiendo los carteles que indican su situación, se llega a unas estrechas calles, pobladas de restaurantes y tiendas de souvenirs, como todo el centro de la ciduad. Lo primero alerta de su presencia es el sonido del agua, como si una gran cascada estuviera esperando al otro lado de la esquina. Sorprendidos por el contraste aun, al torcer por la enésima trattoria, nos encontramos ante la Fontana. Encajada en un cruce calles, la fuente se alza imponente. A pocos metros, justo delante, tiene un Benetton y una heladería, extraños compañeros del día a día.

Siempre rodeadada de turistas que a codazos se hacen un sitio en su borde para lanzar una moneda, la fuente es vigilada por unos guardias armados por silbatos que impiden que se pise la piedra del monumento.
Aun con tanto cuidado, no han podido evitar que la Fontana se deteriore y necesite una restauración. Para poder costearla, los romanos no han tenido otra opción que recurrir a la buena fe de un mecenas. No uno desinteresado, si no alguien que asocie su nombre al de la fuente y gane un poco de publicidad. Se vende Fuente en Roma a cambio de su restauración. A partir de ahora parece que se va a llamar Fontana di Fendi. 2,5 millones de euros ha pagado la firma de ropa de italiana, para conseguir la obra de arte.
Roma sabe sacarle partido a sus monumentos y este sistema ya lo utilizó para restaurar su más perciada joya. El Coliseo será reparado gracias a la aportación de la firma de zapatos de lujo Fond´s, que a cambio podrá explotar la imagen del Coliseo en exlusiva durante 15 años.
Quizás arte y negocios, no se lleven muy bien, pero recordemos que muchas de estas obras de arte fueron construídas gracias a la ayuda económica de familias nobles o de papas. Cambian los mecenas, pero que siga el arte.

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