lunes, 10 de diciembre de 2012

La Voz no se quiebra

Ya han pasado muchas semanas desde que los sillones de La Voz se dieran la vuelta por primera vez. Convertido en el programa de más éxito de la temporada, La Voz contagia cada miércoles a los espectadores, de ese amor por los realities de cantantes, que ya echábamos en falta.
Parece que esta vez sí, La Voz ha conseguido llegar a un público masivo, y es el tema de conversación de todos el jueves por la mañana.
 
Es cierto que la  fase de las audiciones a ciegas, quizás por lo novedoso del formato, suscitó mucho interés que se ha ido perdiendo un poco, una vez que el programa ha derivado en galas de canciones y eliminaciones a las que ya estamos más acostumbrados.
Otra cosa fue la fase de Las Batallas en las que, al carisma de los coaches, que son el principal reclamo del programa, se le unió el de cuatro artistas reconocidos. Nek, Tiziano Ferro, Antonio Carmona y Luis Fonsi, pasaron casi desapercibidos por esta fase. Ni siquiera nos les dejaron escuchar cantar.
Después de reducir considerablemente los equipos, llegaron las galas en directo, en las que el público por fin tenía algo que decir. En ellas, los concursantes que han pasado las eliminaciones, consiguen el ansiado premio de unos minutos de exhibición individual.
 
 
A dos galas de la final, en la que descubriremos a "La Voz" ya se puede hacer un balance del programa.
Los ocho finalistas son de lo mejorcito que había. Dos flamenquitos, Jorge y Angélica, que como era predecible salieron del equipo de Rosario, tres rokerillos-heavys, Neus, Maika y Rafa; Paco Arrojo que fue de los favoritos desde el principio; y el más veterano y la más jovencita del programa, Pau y Iolanda.
Entre las pérdidas destacables la de una de las más queridas, Paula Rojo, que nos conquistó con su ukelele pero a la que el programa le iba grande. Esperemos que Melendi tenga razón y que su carrera paralela comience de verdad.

Puede parecer que está todo ya vendido y que Maika va a ganar el programa. Sería lo justo y lo más bonito.Que para algo el programa se llama La Voz, y desde luego que la suya es la más original. Y por qué no decirlo, nos encantan las historias de patitos feos que se vuelven cisnes, esta vez de voz rasgada, al subirse a un escenario.
Pero que no le quite el ojo de encima al heavy con cara de buena persona que es Rafa, que parece que ahora en este país nos ha salido la vena macarra y malota. Y tampoco hay que olvidarse del favorito por sorpresa. Pau ha conseguido salvarse gracias al público y está entre los finalistas. Mucho seguimiento en redes sociales, muchos tweets y luego el Frank Sinatra del programa se lleva el pato al agua. Ya lo había dicho yo, No todos somos Twitter.
 
En cuanto a los coaches, no se si a todos les ha salido rentable estos malos ratos que parece que pasan eliminando a sus concursantes. Desde luego, Melendi, ha sido el gran beneficiado de La Voz. De caer mal, que tampoco entiendo porqué, ha pasado a ser el coach más querido. Y eso que competía con David Bisbal, aquel al que en su día, el apoyo del público le encumbró a la fama, y a una gloria de una magnitud que posiblemente ninguno de los concursantes de La Voz lleguen a conocer.
Aunque Melendi tampoco ha salido inmune del programa. Uno de sus concursantes protagonizó el episodio más temido por todos aquellos que trabajan haciendo un programa en directo. Un abandono inesperado con un poco de desprestigio hacía Melendi inlcuído, nos dio uno de los mejores momentos televisivos del año, donde Jesús Vázques demostró ser el mejor presentador de entretenimientos que tenemos. No me extrañaría que hubiese favoritismos dentro del programa, pero este incomprensible episodio ha sido un "tiro la piedra y escondo la mano en toda regla." Eso sí, la gente ha reaccionado como se esperaba. Todos con Melendi.
No se puede decir que los demás coaches hayan corrido la misma suerte. Malú sigue pareciendo una borde, Rosario se la quiere pero sin más y Bisbal, se ha llevado más de una burla. Ellos han hecho lo que han podido, y no vamos a ocultar, que ver a estos tres cantantes sufrir y llorar un poquito, es de lo que más nos gusta del programa.
 
Como siempre, uno ganará, y los demás, pasarán al cajón del olvido. Pasarán a formar parte de nuestros recuerdos televisivos, uno de tantos. Dudo mucho, que de esta hornada de cantantes salga una gran estrella. Más bien, saldrán sueños estrellados. Porque no hay sitio para todos. Pero por lo menos habrá un justo ganador, y será "La Voz". Una voz que deseamos que no se quiebre.


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