lunes, 16 de abril de 2012

No hay cima alta

Un breve comentario sobre la noche televisiva de ayer.
Era un gran día.Buenafuente se estrenaba en el prime time después de tantos años acompañándose de la madrugada.Supongo que a muchos dormilones como a mí les costaba quedarse hasta tan tarde para verlo y el sueño le ganaba la batalla a unas risas aseguradas. Por suerte pro fin, no tendremos que trasnochar y podremos disfrutra de su humor.Además viene acompañado de sus ya incondicionales, Berto entre ellos que no sé quién me hace más gracia de los dos.
Me dió mucha pena la forma en la que se despidió Buenafuente, con la imagen de un futuro invadido por humor absurdo y chascarrillos estúpidos pero ahora parece que se lo ha pensado mejor
y aunque solo sea durante unas horas a la semana podremos sentarnos tranquilamente en el sofá a disfrutar.El programa desde luego pinta muy bien.Un escenario decente, entrevistas, música...Yo desde luego me declaro fan desde ya mismo.
Pero he de confesar que mi total atención ayer no se la dediqué a Buenafuente porque había tres inexpertos escaladores que estaban a punto de subir al campo 3 del Everest y no me lo podía perder.
Me encantan los Desafíos Extremos de Jesús Calleja pero mucho más si son con aspirantes y de este Desafio Everest no me he perdido ni un capítulo y mucho menos el último.
Como deseaba desde el principio Virginia ganó el concurso y subió hasta la Barrera de la muerte.
A pesar de ser mi favorita, por simpática y por normal,no confiaba en que sus cualidades físicas le dejaran subir.Pero ha luchado y lo ha conseguido.Verla subir hasta casi la cima del mundo me ha hecho creer que hay pocas cosas que no se puedan conseguir en la vida.
Como ya dije en otro articulillo de estos que escribo, me pareció fatal la fauna que eligieron como concursantes en esta edición.Y esta vez he tenido razón; los marrulleros se han ido llendo uno a uno.Lo que me confirma mis sospechas de que solo estaban para crear conflicto y para poder hacer cebos de los que van antes de las publicidades.Y me da pena que personas que se lo merecían más, otras Virginias, se quedaron sin ir por esa gentecilla.
Pero me consuelo al saber que los de Desafío Extremo no son tontos y le han dado la victoria a quien más se la merecía.Y tanto es así que Virginia regaló su premio a Teresa que ella consideraba que tenía que haber subido en su lugar pero que sus fuerzas físicas no se lo permitieron.Quizás tenga razón y Teresa tuviera que haber subido pero como decía Calleja, ha actuado la selección natural.
Con esta lección de humanidad, que nos dió Virginia regalando su premio y haciendo su Everest en el Campo Tres a partir de ahora me gustaría pensar que por muy dificiles que estén las cosas no hay cima alta.

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